"Se lleva la mano a la garganta abriendo grandes
ojos asombrados. No, no hay en ella fuerzas para padecer tanto. Le vienen de
afuera..., es este bulevar. Habría que tomarla por los hombros, llevarla a las
luces, entre la gente, a las calles dulces y rosadas; allí no se puede sufrir
tanto; se ablandaría, recuperaría su aire positivo y el nivel ordinario de sus
padecimientos.
Le
vuelvo la espalda. Después de todo, tiene suerte. (...)
Ya
no puedo recibir de estas soledades trágicas nada más que un poco de pureza
vacía.
Me
voy".
-
Jean-Paul Sartre
La
náusea, Alianza Editorial
Gràcies Nasara. Genial per començar el dia carregat d'esperances. Ja me'l deixaràs llegir!
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